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Meditar en plena naturaleza

, Rafael Aragón

Meditar en plena naturaleza

La práctica de meditar ya es de por sí una actividad que aporta muchos beneficios en el ser humano, ya que permite establecer un contacto profundo con lo verdaderamente importante, como es el reencuentro con nosotros mismos aprendiendo a escucharnos.

Cualquier momento y lugar puede ser bueno para practicar la meditación, no obstante, existen entornos que son más apropiados que otros. Un lugar que se encuentre entre montañas, con un aire puro, sonidos y aromas delicados, como es El huerto de Lobras, permite espacios en plena naturaleza que son idóneos para la relajación, la meditación y la paz interior.

Permanecer un tiempo en estos espacios naturales es una experiencia reparadora, para continuar con las obligaciones diarias. Alejarse unos días de la ciudad, del ajetreo, las prisas, los ruidos, la contaminación, y reencontrarse con uno mismo en un entorno donde disfrutar del aire puro y limpio, de los sonidos y aromas de la naturaleza, y de un ambiente especial que despierta nuestros sentidos. Es una experiencia que sin duda revitaliza y sirve para añadir un plus en la calidad de vida.

La meditación nos sirve para mantener un contacto más profundo con nosotros mismos, asimilar las experiencias que vamos viviendo, profundizando en ellas; para permitirnos aprender y tomar las decisiones que consideremos importantes, oportunas para el camino que queremos seguir. Silenciando nuestra mente, aclarando las ideas. Calmando los pensamientos que generan ruido y confusión en nuestra mente.

Los espacios abiertos, tranquilos y alejados de la ciudad, son especialmente propicios y adecuados para la práctica de la meditación. Adquiriendo el hábito de hacer un retiro cada cierto tiempo en un entorno natural como El huerto de Lobras, aprendemos a desbloquear todo aquello que nos angustia y nos asfixia en nuestro día a día. Las montañas, las noches estrelladas, el silencio, la flora y fauna, la gastronomía de productos caseros; es un privilegio del que no podemos alejarnos ni perder la oportunidad de experimentar y disfrutar. 

Categorías: La Alpujarra | Meditación | Turismo Slow

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